Inauguración: 07/10/2017 – 06:00 pm
Entrada Libre

Yo confieso…

… para un artista toda su vida es una forma de entender su trauma.

Christian Boltanski

En Yo Confieso…, Johan Terán nos presenta una propuesta que se define en la medida que exterioriza los deseos, traumas, experiencias, miedos y placeres, en torno a su propia sexualidad.

Identidad artística e identidad sexual se confiesan y evidencia un proceso de reflexión de cómo revelar una experiencia personal al mismo tiempo que va construyendo un lenguaje artístico propio. Cada vez con menos miedo cuenta episodios de su niñez, su relación con la imagen femenina, deseos, escenas pasionales, el ojo social puesto en la cara de quien mira con el poder de juzgar, ya sea por las leyes de dios o las del hombre, ideales de cómo mostrarse y ser visto.

Bajo el velo religioso católico, haciendo uso del imaginario artístico, oraciones, frases y creencias, Terán ironiza, juega y crea nuevos sentidos, obteniendo de esta manera una supuesta liberación desde la misma doctrina que señala como pecado ser homosexual. Por ello confiesa sus pecados, se retrata como un mártir y pide ser canonizado, es juzgado, crucificado y velado.

Algunos de los títulos y la recreación de escenarios a partir de fragmentos de otras obras artísticas, fotográficas y textuales, nos introduce en el juego irónico entre sexualidad, religión y sociedad, usados al antojo por el artista para mostrar sus propias vivencias, recrear su contexto, traspasando el plano de lo religioso para entrar en el plano social y cultural. Pone sobre la mesa el tema de la homosexualidad y cómo esta sociedad, venezolana y específicamente zuliana, sigue siendo un saco de fuerza para cualquiera que desee ser y sentir distinto a lo establecido como “normal”.

Como señala Judith Butler en el libro El género en disputa: “En términos de Foucault, el alma no es prisionera del cuerpo, como lo indicarían algunas imágenes cristianas, sino que «el alma es la prisión del cuerpo»”. De la manera como Foucault, alterando el orden de las palabras y con ello despojando la frase de todo sentido religioso a una ontológico, de la misma manera Terán socava las estructuras establecidas y reedifica otras no tan nuevas, las de su propia realidad.

En cuanto a la representación de la imagen masculina y de una estética homoerótica, nos encontramos ante la identificación de varios imaginarios pasados y de otros nuevos, no tan heroicos ni idealizados, quizás más reales, entre posturas, pero más íntimo, cercano, vulnerable. Muy lejos están las representaciones de Pedro Centeno Vallenilla y sus reinterpretaciones homoeróticas, figuras inspiradas en el pasado neoclásico o las fotografías de Robert Mapplethorpe donde resalta la sexualidad del cuerpo masculino,  o la pose idealista de los personajes retratados por Pierre et Gilles.

Solo fragmentos de diferentes procedencias, épocas y técnicas, entre dibujo, pintura, collage y ensamblaje, pueden conjugar este discurso tan particular, un discurso plástico en proceso y la exposición de una faceta de la sexualidad que no es la búsqueda de una imagen de reivindicación global desde la representación idealizada o erotizada, sino a partir de una historia individual plantear una relación de conflicto con los sistemas establecidos en todo el ámbito de lo social, que aún se encuentra latente en muchos lugares del mundo.

Marilyn Fernández


Referencias

  • Palanco, B. (2016) Christian Boltanski: Para un artista toda su vida es una forma de entender su trauma.[Mensaje en una página] consultado el 3 de mayo de 2017 en: http://exit-express.com/christian-boltanski-para-un-artista-toda-su-vida-es-una-forma-de-entender-su-trauma/
  • Butler, J. (1999) El género en disputa. El feminismo y la subversión de la identidad. España: Paidós. (pg. 265)
  • Foucault, M. (1976) Vigilar y castigar: nacimiento de la prisión. Argentina: Siglo XXI Editores. 
  • Mejias, J. (2009) La estética homoerótica global: Apuntes sobre el caso venezolano de Pedro Centeno Vallenilla. En C. Colina (Ed.), Sabanagay. Disidencia y diversidad sexual en la ciudad (pp. 173-182). Caracas, Venezuela: Editorial Alfa.