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En un gesto de absoluto desapego, en 1989 Tim Berners-Lee le regala al mundo el World Wide Web aka WWW (La Web) revolucionando para siempre el formato de la comunicación digital. Casi de inmediato, la sensibilidad de algunos artistas hizo evidente la potencialidad para la producción y distribución del arte que la Web ofrecía. Una, de estas creadoras, conocida hoy día como la madre del net art fue la artista rusa Olia Lialina, quien en entrada la década de los noventas ya empezaba a coquetear con la creación enfocada en el browser.
En 1996 Olia, da vida a “My boyfriend came back for war¨ una obra que para el momento fue entendida como un film estruturado a base de hipertextos. Pero que hoy es reconocida globalmente como la pieza icónica del net art. Lialina estableció con esta obra temprana un antes y un después dentro de la historia del arte digital. La pieza narra es una historia de amor a través de una pantalla, dentro de un navegador interactivo en blanco y negro. Cada click transporta al usuario a un nuevo hipervínculo donde sucesivamente la historia se desarrolla. “My boyfriend came back for war es la pieza de net art con más replicaciones e interpretaciones hechas por otros artistas en el mundo, hoy en día se cuentan con más de 162 versiones.
Para el mismo año, otro hecho de magna importancia ocurre dentro del ámbito de la academia. De acuerdo con Lev Manovich (2012) el director del MIT Media Lab, Nicholas Negroponte da un uso oficial por vez primera en la terminología de la cultura a la palabra “digital” en su libro “Ser Digital”. Desde estos primeros años de la cultura digital, nuevas posibilidades de comunicación, y formas experimentales arte semergen alrededor de las computadoras y la Web.
Desde aquellos primeros años de la web vernácula a la actual web social, las implicaciones dentro de nuestras vidas diarias y dentro del campo de la expresión artística, de lo digital ha revolucionado nuestra forma de entender el mundo. En estas breves líneas, quisiera detenerme un poco en algunos casos que dibujan los encuentros entre el arte contemporáneo y la cultura digital.
Hace ya unos cuatro años, en 2012 el artista canadiense Jon Rafman presentó en Saatchi Gallery ubicada en Londres su serie “The Nine Eyes of Google Street View“. El proyecto consiste en una serie fotográfica de capturas de pantalla sacadas Google Street impresas. En cada fotografía de la serie la herramienta/marca de navegación de la interfaz ha sido dejada intacta en la esquina superior izquierda de cada impresión conectando la fuente de la interfaz del navegador con la historia de la fotografía urbana; estableciendo un nodo de conexión entre el net art y la fotografía tradicional.
En el trabajo de Rafman, destacan más allá de los aspectos formales de la fotografía en sí misma, una reflexión hacia aspectos de orden ético, cuestionando el concepto de privacidad, autoría y alienación de la realidad. ¨Sus¨ fotografías, muestran escenas de lo que normalmente quedaría desapercibido en la memoria fugaz de un transeúnte o lo que bien podría haber sido simplemente una escena anonima sin espectadores, olvidada sin registro, una memoria ausente.
Sin embargo, debido a la inmersión del ojo computarizado que cada vez más todo lo registra, una infinidad de escenas aleatorias, tomadas del vasto escenario del mundo son registradas por las lentes de Google y almacenadas en una base de datos corporativa. Dejando sobre la mesa, preguntas de respuestas un tanto oscuras. ¿Quién maneja y posee nuestra memoria visual? Si todo es visto y archivado, y no tenemos propiedad del registro ¿Quien decide el uso que se le da a esta data? ¿A quién beneficia esta enorme y aleatoria memoria visual? La preguntas permanecen abiertas.
Desde otra perspectiva el americano Ryder Ripps es su serie de acrílicos a gran formato titulados ¨HO¨ (2015), realiza capturas de pantalla de la cuenta de Instagram de la modelo new yorkina Adrianne Ho para luego distorsionarlas en lo que se ha llamado Ciber Impresionismo. Adrianne Ho es un fenómeno del social media, su cuenta posee más de 425.000 seguidores. La modelo encarna el perfecto ejemplo del fenómeno Post-Internet donde la sobre-exposición online se distorsiona dentro de la acción documental. Ho quien es contactada por marcas como Nike o Supreme es pagada, solo para publicar fotos de ella, pero no como una modelo tradicional, sino como ella misma en su vida diaria. Para Ripps, Ho personifica el verdadero concepto de modelo de Instagram. En sus fotos las imágenes son estilizadas, la mirada franca, en una actitud donde ella no está modelando la ropa, sino está modelandose a sí misma. Dentro de un marco conceptual, el hecho de que las fotos son apropiadas directamente desde Instagram, es una parte esencial de la obra, el artista busca explorar el difícil equilibrio entre el ego, el comercio, la imagen de sí mismo, y la autenticidad. La cuenta de Instagram Adrianne Ho encarna la idea dentro del panorama del social media, en la que cada individuo es producto de una curaduría visual, donde se construye una identidad digital en lo que Ripps ha denominado un “constante bucle de retroalimentación reflexiva de ego.”
Por otra parte, n el reciente trabajo del artista italiano Lucca Leggero, quien en el 2015 realiza la serie “Google Art on Canvas”. La serie es una colección de recortes y ampliaciones de pequeños fragmentos de imágenes en alta resolución de pinturas icónicas de la Historia del Arte extraídas del archivo de Google Art. Leggero se las arregla para mostrar los secretos inaccesibles y defectos en el grano de algunas de las pinturas más conocidas de la historia del arte. Un prefabricado contemporáneo, en el que el aspecto formal de lo micro se magnifica y es escrupulosamente expuesto, desafiando la impresión espectador. El artista juega con el medio y la técnica, donde nuevo y clásico se fusionan, revelando que en el detalle de la “huella” estilística puede estar contenido un manifiesto artístico completo. A pesar de que el espectador es confrontado a un detalle abstracto, él / ella es capaz de recordar la emoción de la pintura completa, completando la obra maestra en el escenario de lo mental y capturando la esencia del autor.
Es imperativo resaltar que el cambio producido 1989 en el ámbito de lo digital ha reconfigurado las prácticas artísticas en lo que Zielinsky en su libro After the Media (2013) apunta hacia la creación de interfaces y objetos digitales que pueden manipulados en la pantalla. No obstante, a pesar de que la ubicuidad de la Web marca la pauta cultural, y esto ha sido sin duda algo maravilloso, los ejemplos aquí mencionados podrían direccionar nuestra atención hacia asuntos digitales de orden antropológicos. Esta ubicuidad, es una ubicuidad corporativa, monopolizada básicamente por Google, Facebook e Instagram. Lo que nos deja con aun más preguntas abiertas: ¿Cuáles son las estrategias para estudiar las prácticas en línea y su relación con el arte contemporáneo, si el reino de lo digital se construye a partir de tan sólo 3 perspectivas? La respuesta tal vez sea, entender que la Web es solo una pequeña porción dentro del vasto océano de Internet.
Esperen la siguiente entrega ¿Donde está la Internet?………
Helena Acosta
produccionaleatoria.com