Cindy Muñoz

Cada imagen es el intento de acercarnos a nuestras ausencias, es el recuerdo de la importancia de contar nuestra historia indígena y periférica, es la necesidad de conectar con mis hijos. Tengo tres fotos de infancia, dos fotos de mi madre, una foto de mi padre abrazándome de bebe y un álbum fotográfico de la abuela paterna en el que no estamos. Buscar la figura de mi madre es una necesidad vital. Trazar su cartografía es el deseo de explorar sonidos y plantas ancestrales a través de un mapa vivo que nos llama a sentir-cuidar la tierra y las aguas, es un anhelo por recorrer caminos de llanos y dejar salir de mi cantos que me lleven al Amazonas para darle vida y quemar el duelo de la ausencia de su tumba, de su cuerpo. 

Hábito los caminos de mi primera memoria, una, otra vez y todas las veces posibles. Construyo altares y guaridas. Deseo articular las tensiones y complejidades psicológicas de la maternidad, que me atraviesan, así como le pasó a ella. Busco la ciudad que recorrió mi padre, mi abuela, sus familiares y amigos cercanos. Nuestras historias están invisibilizadas entre periódicos rojos, prensa amarillista donde la normalización de los cuerpos destrozados por la violencia hace parte del cotidiano, donde la vida de los nadie no importa. 

Encontrarme con el archivo familiar, objetos e historias que hablan de los antecedentes de mi familia, han gestado tejidos y formas de micro re-existencias de un modo de ser-hacer que está en la delgada línea del olvido al no ser visibilizadas. 

Estela creció en Villavicencio, Estela es mi madre, murió cuando yo tenía 6 años, ella es la ausencia de mis días, llevo buscando su presencia en el camino que recorrió, desconozco todo de su existencia, solo tengo un par de datos y la historia de mi padre de lo que fue ella. Busco construir nuestro primer territorio, la casa, la primera guarida, tejer desde mi presencia las ausencias que dejó. 

Mi obra está marcada por un trabajo personal y familiar que conecto con mi lugar de enunciación (indígena, mujer, madre autónoma y periférica). Mi madre, en mis primeros años, fue en búsqueda de su madre, y yo ya llevo 10 años en búsqueda de una conexión con su presencia. Me interesan todos los gestos que ayuden a transformar los micro-dolores en estallidos de vida.