Daniel Dannery
NETWORK (1976): CADENA DE FILIAS.
“Network” es una joya del año 1976, dirigida por Sidney Lumet, una sátira política que tiene como telón de fondo las cadenas de noticias televisivas, y que bien podría hacer díptico con “The King Of Comedy” (1982) de Martin Scorcese, y con algo de generosidad, lograr un tríptico con “Anchorman: The Legend of Ron Burgundy” (Adam McKay, 2004).
En “Network” el ancla de las noticias Howard Beale, un estupendo Peter Finch, ha caído presa de un ataque de nervios, y amenaza por transmisión nacional, suicidarse. La cadena de televisión (UBS), frente al pánico que tal oferta supone, decide despedirlo, pero descubren que los números han ido en alza, y nuestro, ahora más loco, ancla televisivo, puede ser la mina de oro ansiada para la compañía, tanto es así y tal poder de convocatoria tiene la ruptura de molde de Beale, que se encargan de hacerle su propio show, convirtiendo al pobre demente, en un títere de masas. Todo sea por el rating.
Entra en juego la ambición de Faye Dunaway, como Diana Christensen, una productora de entretenimiento que poco a poco irá escalando en sus ambiciones dentro de la empresa, pues si algo la define es su frialdad, su potencial calculador y su actitud lobezna y hará lo posible por subir los números de espectadores para la UBS. Es tanta su entrega y obsesión con la profesión que hasta en el acto sexual es incapaz de dejar de hablar de trabajo; como cereza del pastel, realizará un seriado televisivo con material de archivo de partículas terroristas robando bancos, y haciendo marramucias, y se aliará con una de las figuras más representativas del movimiento feminista, y de color, la activista Laureen Hobbs, interpretada por Marlen Warfield.
En el medio, un soberbio William Holden, director de la empresa, será manipulado por Dunaway, para llevar a cabo un affair, mientras el incremento de los espectadores comienza a suponer una estrategia política para el lobo Robert Duvall, un alto directivo con fuertes influencias en la casa blanca, que está muy interesado en la nueva alianza entre medio oriente y los EEUU, para el reingreso de 2000 millones de dolares, que suponen una deuda del país árabe con la casa del tío Sam.
La programación de la UBS, se convierte así en la oferta más escandalosa y rupturista en la historia de la televisión norteamericana, nuestro nuevo predicador Howard Beale, casi que supone la materialización de la palabra divina, y lo que él diga, 60 millones de espectadores lo harán, es tanto el frenesí que Beale transpira en sus discursos, que cada vez que da uno, cae desmayado como si estuviese poseído.
Sobre estos toques de histeria en los personajes, se construye la comedia de “Network” , se podría decir que son personajes que conforman una “cadena” de filias y ausencias emocionales, para sacar provecho de ellas, y tener ventaja frente la vacuidad que los números de la audiencia, suponen en la generación de ganancias; es el dinero en este sentido, el tema de fondo que arropa todo el metraje. Lumet, asume una postura objetiva, y sin juzgar a los personajes, dejan que estos sean sus propios jueces, hay además sutilezas en el guión que ayudan a construir sobre la narrativa, la exposición de cierta metarealidad, pongo el ejemplo del William Holden, que conciente de que sus acciones no obran con lógica, entiende que está siendo motivado por un guión, este pequeño discurso del personaje, también nos envuelve a la psiquis de un hombre que ha dado su vida a la televisión y que se asume así mismo como un personaje de televisión incapaz de romper el destino de su propia narración. Así, todos los personajes, se entregan al juego de cierta ficción, y Lumet juega con esta audacia del guión para crear incluso atmoferas que remarcan el carácter lúdico y cómico de las situaciones drmamaticas de los personajes. Puede verse en el vitral a espaldas de Howard Beale, en el decorado de su show, o en la oficina de Arthur Jensen (interpretado por Ned Beatty), quien es el presidente de la cadena, y protagoniza uno de los mejores momentos film, en el que frente al enjuiciado y desquiciado Beale, Jensen se presenta como la voz de dios, asumiendo además un tono de máximo predicador.
Cuando veía “Network”, no paraba de pensar en el humor seco de los hermanos Cohen, y en esa otra sátira política que es “Burn After Reading” (2008), Lumet, filma una comedia negra magistral, donde apunta sin pudor alguno a la televisión como un sistema vampirico controlador e hipnotista, su capacidad de aprovecharse de los estados alterados de sus empleados para usarlos para fines propios, mientras se van enroscando la soga al cuello. Filma con maestría, y dosifica sus puntos dramáticos, y nos entrega una historia no solo bien hilada, sino, absolutamente contemporánea, pues en contenido “Network”, no ha envejecido ni un segundo.
Habría que pensar en estas nuevas plataformas como los crecientes medios de exposición, que se aprovechan de los Howard Beale´s del mundo, y que cuando ya no les son útiles, se encargan de matarlos, solo que ahora los medios son un poco más enrevesados y “discretos” [para más información vean “The Hater” (2020)]
El medio siempre será el mensaje, por ello, puede cambiar el auge de la manipulación mediática televisiva en los años 70, y ser traspolada, a la manipulación mediática de las redes sociales. No hay garantías, en un mundo en histeria colectiva, donde todos son capaces de hacer lo que sea por dinero y fama (aunque esto siempre ha sido así). Mientras tanto, nos aseguramos de que ese libertinaje se mantenga escudado, entre el derecho a la ofensa y la inclusión.