El barrio en blanco y negro – Tal Cual

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Artes
Miércoles 18 de Febrero de 2009     |      27
TalCual

Artes

El barrio en blanco y negro

Daniel Camacaro ofrece una mirada cotidiana de las Brisas de Propatria

Carmen Victoria Méndez

Las imágenes de Camacaro buscan que la gente se reconozca en su espacio
El fotógrafo Daniel Camacaro les pide a sus modelos que lo miren a los ojos mientras capta sus rostros con su antigua Roleflex. Se trata de una cámara cuadrada que coloca a la altura de su estómago, lo que según él  le permite entablar un diálogo más cercano con el fotografiado.

Esa conexión es el leimotiv de su proyec- to Somos nosotros mismos, una serie de 20 fotografías en blanco y negro que muestra a sus vecinos del barrio caraqueño Brisas de Propatria, lugar de residencia del artista.

Las imágenes, que captan tanto a la gente como la atmósfera y la arquitectura del barrio, constituyen la primera exposición individual de Camacaro. El fotógrafo y laboratorista de la Organización Nelson Garrido exhibirá su trabajo a partir de hoy en la Sala Alternativa del Cine Arte La Previsora, ubicada en la torre del mismo nombre.

La motivación del proyecto de Camacaro fue reconocerse junto a sus vecinos  como parte de un espacio del cual todos reniegan.

“La gente del barrio, sobre todo la que trabaja en el Este de Caracas, es difícil de fotografiar en su hábitat natural, porque no quieren sentirse asociados con el lugar”.

El desprecio que los habitantes del barrio sienten por su propio entorno es lo que Camacaro intenta desmontar con sus fotografías. “No es que a mis vecinos los persiga la policía y por eso no quieren ser retratados, es otra cosa. Sienten el barrio como una maldición, un infierno, una raya. La gente de acá que está buscando trabajo escribe siempre una dirección falsa, por miedo a ser discriminados por vivir en Brisas de Propatria”, dijo el artista.

El fotógrafo muestra el rico universo de su comunidad: la princesa del barrio, el sobreviviente de un tiroteo, una niña subiendo las escaleras, la ama de casa que se toma una pausa de sus quehaceres, entre otras imágenes. “La idea no es mostrar a los malandros, me concentro por encima de todo en la cotidianidad. Hay gente que ve mi propuesta como una hazaña `social’. Yo no. No creo que vaya a lograr que la Alcaldía arregle las calles del barrio más rápido porque yo hice unas fotografías. Tampoco quiero diagnosticar a la gente del barrio. Lo mío es lograr la intimidad en el entorno, una búsqueda estética. En el fondo, todos los lugares tienen lo mismo que ofrecer, la misma belleza”.

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