CONCEPTUALIZACIÓN WMB / Rómulo Peña

Desde finales de la década de 1990, Wayne Martin Belger ha conformado un cuerpo de trabajo bastante singular. Su particular manera de conjugar arte, ciencia, política, religión y mitología no deja a nadie indiferente. Este nativo de California combina sus dos prácticas de arte, escultura y fotografía, para diseñar y fabricar cámaras estenopeicas que se convierten en instrumentos fotográficos impresionantes y únicos.

La mayoría de las imágenes de Belger siguen un tema particular en relación con la cámara creada para capturarlas, el autor nombra a cada cámara y al hacerlo demuestra que éstas son tan cruciales para su trabajo como las fotografías resultantes.

Después de conceptualizar una serie fotográfica se propone construir la cámara estenopeica utilizando materiales que van desde los prácticos y convencionales como metales, acrílico o madera, hasta el absurdo, como sangre VIH + o el corazón de un infante.

A continuación revisaremos algunos de los proyectos de Wayne Martin Belger enfocándonos en la conexión entre las herramientas estenopeicas y sus imágenes.

La cámara “Altar en el Camino” fue diseñada para crear un registro de esos monumentos en la carretera a personas que han muerto en accidentes automovilísticos. Un estudio a las personas que construyen altares a sus seres queridos en el lugar en que perdieron su vida. Creando algo hermoso a partir de lo trágico, la pasión del dolor y el involucramiento con todo el espectro que es la vida.

La colección total es de alrededor de 200 fotos de altares en el camino de EE.UU. a México. En esta serie la ubicación a través del GPS proporciona la información que se utiliza como título para las imágenes.

Para el proyecto “Hijos de Abraham” el autor construyó una cámara hecha de un bloque sólido de aluminio aeronáutico que tiene incrustado una pieza de la Biblia de 1860, una pieza del Corán de 1960 y una pieza de la Torá de 1880. La pieza oxidada de metal en la parte delantera de la cámara donde se ubica el orificio estenopeico formaba parte de una viga de soporte de la Torre Sur del World Trade Center que le obsequió un trabajador de rescate en la Zona Cero.

Esta pieza fue diseñada para estudiar el legado del profeta Abraham, compartido por tres religiones mediante la captura de imágenes del clero sosteniendo sus libros sagrados fuera de

sus lugares de culto. Imanes, sacerdotes y rabinos sosteniendo un Corán, Biblia o Torá frente a una mezquita, iglesia o sinagoga. Hombre diferente, libro diferente, edificio diferente.

La “Intocable” es una cámara de gran formato para placas de 4” × 5”, fue diseñada por Wayne Martin Belger para fotografiar a personas que sufren de VIH. Está hecho de aluminio, cobre, titanio y acrílico. La sangre VIH positiva se bombea en frente del estenopo para crear el efecto de un filtro rojo # 25.

Belger usa la cámara con VIH que contiene frascos sellados con sangre donada por un amigo seropositivo para capturar retratos de personas que están infectadas con el virus.

En el siguiente video Belger es entrevistado por el guitarrista y presentador de TV, Dave Navarro, allí documentan el momento en que se inserta la sangre en el sistema de la cámara y posteriormente el proceso de tomar las fotografías con esta herramienta.

La cámara bautizada como “Corazón” está hecha de aluminio, titanio, acrílico, formaldehído e incorpora el corazón de un niño que murió al nacer, éste último fue donado por un galerista que lo encontró en un garaje que una vez había sido un laboratorio de anatomía que estuvo cerrado desde la década de 1940. El corazón se conserva en un compartimento sellado en la parte posterior de la cámara.

En este proyecto Wayne captura imágenes de mujeres que tienen por lo menos ocho meses de embarazo, con esta serie el autor trata de explorar la relación con su hermano gemelo que murió al nacer.

La estenopeica submarina “Yemayá” usa placas negativas 4” x 5”, y está hecha de aluminio, acrílico, latón, criaturas marinas y perlas. Un pequeño altar a la diosa del océano en la santería, Yemayá, está en la parte posterior de la cámara. Las imágenes que ha capturado con este dispositivo tienen una belleza etérea que lleva la fotografía estenopeica a un nivel nuevo y maravilloso.

La recepción de este proyecto fue tan positiva que Wayne recibió varias invitaciones de acuarios de Estados Unidos para que realizara esta especie de performance submarino y obtener imágenes de sus instalaciones.

 

La cámara “Libélula” fue creada como un altar para Cortney Clayton, una niña tejana de nueve años que fue encontrada muerta cerca de su casa un año después de su desaparición. En esa época, Belger trabajaba como investigador de recuperación de menores desaparecidos y se hizo cercano a la familia de Cortney durante el curso de la investigación de su caso.

La serie de imágenes captadas con esta cámara muestran atmósferas infantiles.


La cámara de este proyecto se denomina “Yama”, en honor al dios tibetano de la muerte. Está hecha de aluminio, titanio, cobre, latón, bronce, plata, oro, cuatro zafiros, tres rubíes turquesa de Asia y América, y nueve ópalos incrustados en un cráneo tibetano de 500 años. La cámara tiene un par de estenopos, uno en cada cavidad ocular que crea un efecto estereográfico. Un divisor corre por la mitad del cráneo creando dos cámaras separadas. El sistema de carga de película es neumático. Un tanque de aire de 300 psi en medio de la cámara alimenta dos pistones neumáticos para mover el soporte de película hacia adelante y bloquearlo en su lugar. El interruptor para abrir y cerrar la cámara de la película se encuentra debajo de la mandíbula, como se aprecia en detalle en el video anterior.

El cráneo fue bendecido por un Lama tibetano previo a la intervención de Belger. En el budismo tibetano, Yama verá toda la vida y Karma es el “juez” que mantiene el equilibrio. Muy diferente de la visión occidental de la muerte.

Esta cámara fue diseñada para dos series fotográficas. La primera serie es su interpretación de la encarnación moderna de las deidades del sudeste asiático. La segunda tuvo lugar en las ciudades de refugiados tibetanos en la India.

La cámara del “Tercer Ojo” está hecha de aluminio, titanio, latón, plata, piedras preciosas y un cráneo de 150 años. Un médico de confianza de Belger le confirmó que el cráneo era femenino y tenía alrededor de 13 años al momento de fallecer. Antes de poseerlo, éste se encontraba en un ático por casi 80 años con muchos otros huesos. El mismo formaba parte del equipo de estudio de un estudiante de medicina de principios del siglo pasado en Inglaterra.

El enfoque del proyecto para la cámara del “Tercer Ojo” ha sido la belleza de la decadencia. El agujero –estenopo- se perfora en la frente, exponiendo la película en el medio del cráneo. Las fotografías resultantes tienen una cualidad onírica que hace referencia a la espiritualidad de ver con un tercer ojo.

Al igual que las otras cámaras de esta selección “Ciervo” utiliza placas negativas de tamaño 4″ x5″ y está confeccionada de acero, aluminio, bronce, cobre, latón (placa de 3/4″ encontrada en el desierto cerca de México), balas, hueso, marfil y la mano tallada de una figura de Cristo del siglo XVIII que se encuentra en la parte posterior de la cámara.

Las imágenes de este proyecto tienen la particularidad de tener en primer plano unos cuernos que dan la sensación de poder captar la visión del venado, y el objeto de la serie es estudiar el ritual central de la caza y la arrogante separación del hombre de la naturaleza.

La cámara “Nosotros y Ellos” está hecha de aluminio aeronáutico, titanio, acero, latón, cobre, plata y vidrio. En el frente de la cámara cuelga un crucifijo de plata que una vez perteneció a Eva Braun (esposa de Adolf Hitler), y tiene un monograma de Eva en la parte posterior. Las tres pirámides truncadas de plata en la parte superior y los lados de la cámara, son compartimientos que contienen restos humanos de la Guerra de Vietnam, estos últimos llegaron a manos de Belger luego de que un amigo compartiera con él una “caja a prueba de muerte” que su padre trajo después de servir en el ejército durante la guerra. En la caja había uñas, dientes, piezas humanas que debían representar un trofeo de la cantidad de personas que mataba. Dentro de la cámara hay dos uñas y un diente. La parte posterior de la cámara es un compartimiento de vidrio y acero oxidado. Esta vez el vidrio es originario del territorio palestino. Dentro del compartimiento hay un brazalete de la Segunda Guerra Mundial con una estrella de David amarilla, en el lado izquierdo del brazalete hay un sello rojo que significa que

el dueño fue un judío contabilizado por los nazis y alrededor del mismo tiene alambre de púas de la frontera israelí / siria que data de la Guerra de los Seis Días de 1967.

Este proyecto se enfoca en el estudio de las barreras ficticias de clasificación entre “Nosotros y Ellos” que los gobiernos y otros poderes crean para separar personas, propiciar divisiones y deshumanizar.

Para este trabajo Belger ha fotografiado en campos de refugiados iraníes en Lesbos, Grecia; así como también en Palestina, además de comunidades nativas americanas como Dakota del Norte en Estados Unidos y los Zapatistas en Chiapas, México, para seguir este hilo común de opresión, marginación y fuerza de supervivencia.

En esta serie las imágenes resultantes son varios fragmentos que arman el conjunto de cada foto y éstas van acompañadas de textos que expresan sentimientos y pensamientos de los fotografiados al momento de realizar la foto tal como se puede apreciar en el siguiente video donde se condensan todos los detalles de esta gran experiencia que es el proyecto “Nosotros y Ellos”

Cuando Belger comienza un proyecto, estudia y aprende sobre el tema que quiere fotografiar. Luego construye una cámara que se relacione con el objetivo y es parte de su tema. Todo el proceso puede tardar años en completarse, pero le da a Belger una comprensión verdadera y una conexión profunda con el tema.

Algunas personas pueden sentirse consternadas por el uso de cráneos humanos, órganos, huesos y sangre por parte de Belger, pero sus cámaras terminadas y las imágenes que producen demuestran una sensibilidad hacia la humanidad y la condición humana.

Wayne Martin Belger es un hombre honesto con sus inquietudes y tiene la intención de expresar su conocimiento independientemente de comentarios ajenos, llevando sus ideas hasta las últimas consecuencias, dándole a toda su obra un sentido de maravilla mística.

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